Proyecto



“esta línea es un espacio recíproco de intercambio” toma su nombre de un fragmento visual de "Permanente obra negra", un libro-fichero concebido por Vivian Abenshushan como un "proyecto de escritura experimental fundado en la copia, la reescritura, el cut-up, el montaje de citas y la activación de máquinas de escritura colectiva".

“esta línea es un espacio recíproco de intercambio” es, a la vez, una performance y un archivo, es esta web y es todo lo que ocurre en escena. Está pensado como un dispositivo liminal de enunciación colectiva que disuelve las fronteras entre lo literario, lo musical y el mundo, desoculta genealogías simbólicas y textuales y genera densidades afectivas entre el cuerpo propio y el colectivo.

Hemos utilizado la cocina como centro espacial y discursivo. La cocina es la habitación del hogar a la que quedaron relegadas las mujeres durante el franquismo, pero también es el lugar que posibilitaba el despliegue -en soledad y en comunidad- de sus voces, de sus palabras, de sus deseos. En la cocina se enunciaba el duelo y también se producía la fiesta.

Para el proceso de creación del proyecto hemos realizado un doble trabajo de archivo. Por un lado, hemos acudido a los registros públicos en busca de grabaciones y textos de mujeres de la generación de la guerra y la posguerra, recopilando relatos de la vida doméstica. Por otro lado, hemos entrevistado a mujeres residentes en Madrid que tienen entre sesenta y cinco y noventa años. Todas estas voces forman parte de la performance en lo textual y lo sonoro. También, están contenidas en el archivo colectivo que es esta web: hay acceso a las grabaciones que hemos realizado a lo largo de este año en la pestaña "Entrevistas".

“esta línea es un espacio recíproco de intercambio” es un lugar de cruce porque todo proceso creativo es, en definitivas cuentas, un acto de ventriloquia.


*Este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de las ayudas a la creación y a la movilidad nacional e internacional 2022/2023 de la Comunidad de Madrid.